Recuerdo siempre el primer día de clases como una experiencia emocional intensa, ya que al recibir a los niños en el salón de clases se tiene que estar preparada para todo, desde llantos, gritos, niños que quieren salir corriendo de la clase e irse con mamá a casa y no regresar nunca más al colegio, para lograr calmar y tranquilizar a los niños, lo primero que tenemos que hacer las profesoras de inicial es ganarse la confianza de los niños, y luego la de los padres, una vez que a base de juegos, cariño, y paciencia logramos adaptar al/la niño(a) al colegio en su primer día de clases, entonces ya se puede empezar a trabajar con los niños(as), y sí el niño asiste por primera vez, se trabaja junto con los padres, se les pide que se queden durante toda la mañana hasta que el/la niño(a) logre adaptarse y entienda que el jardín es un lugar donde va a jugar, divertirse y aprender.
Es preferible que los padres de familia asistan al jardín por lo menos una semana hasta que el/la niño (a) se adapte al jardín, en especial sí es la primera vez que el/la niño(a) asiste al colegio.
¿Qué hacemos cuándo cuando el/la niño(a) no quieren despegarse de mamá? aquí en base a juegos y distracciones es que separamos al niño(a) de los padres, por supuesto pidiéndole a mamá o papá que se escondan por periodos cortos, hasta que el/la niño(a) se sientan cómodos y en confianza como para quedarse durante una jornada completa de trabajo en el jardín; como sabemos con los niños pequeños todo tiene que ir dosificado de acuerdo a la edad.
Es importante que los padres de familia dejen de lado las tensiones, ansiedades y angustias sobre el primer día de clases, ya que todas esas emociones son transmitidas al niño(a), si los padres están tranquilos y calmados entonces será mucho más fácil para los niños(as) adaptarse al colegio.
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